Por Juan Tomás Valenzuela
Familiares de Rondón
se avalanzan como fieras
y agreden a reportera
que fue a saber del hampón.
La singular situación
por la que atravesó Elbania,
que rodeada de alimañas
parientes de este carajo,
le impidieron su trabajo
como en la antigua Alemania.
La reportera en cuestión,
llegó al centro de salud
para saber del fucú
que hoy es reo de corrupción,
quien procurando atención,
según se había reportado,
se fue en busca de cuidados
a una clínica privada,
con su calva anaranjada
y su aire de potentado.
Una doña prepotente
y con aspecto andrajoso,
fue quien perpetró el acoso
de forma muy insolente.
Ella habló de tumbar dientes,
de jalarla por los moños,
le soltó dos o tres coños
a la reportera Ilvania
y como el león de narnia
le fue encima con recoño.
Pero hay que tomar encuenta
que no es el único caso,
el viernes un delincuentaso
que se movía por su cuenta,
de una manera violenta
agredió a otro reportero,
rompiéndole, el bandolero,
la cámara que portaba
y siguió como si nada,
haciendo gestos groseros.
El tentar contra la vida
del obrero de la prensa,
por gente que son propensas
a conducta delictiva,
ya debe ser detenida,
tomar carta en el asunto.
¿Que esperamos, un difunto?
¿Que logren su cometido?
El ser que se ha corrompido,
hay que enterrarlo… y punto.
14 enero 2018